viernes, 10 de agosto de 2012

¿Arqueología? Creo que no...

Dudo que esto lo lea alguien, pero si alguien lo hace es posible que, si me conoce, les choque lo que voy a decir. Desde que fui a mi primera excavación me convencí a mi misma de que ese tenía que ser mi fututo, ser arqueóloga, aunque fuese difícil, Es irónico que haya sido precisamente en la excavación en la que más he aprendido de arqueología en la que me haya dado cuenta que esto no es lo mío.

Desde que empecé historia parece que me he traicionado a mi misma, que he olvidado lo que llevo años queriendo ser. Desde que tengo 12 años llevo queriendo dedicarme a la historia del arte, sabía que esa era mi vocación, pero en estos 3 últimos años parece que lo había olvidado. En mis vacaciones por Barcelona me he dado cuenta realmente de que esa es mi vocación, quedarme embobada viendo los edificios de Gaudí, intento (y a veces consiguiendo) descubrir nuevos detalles, o ver las diferencias entre el gótico de allí y el que hay aquí en Salamanca, o ver en un edificio tres fases distintas de construcción... eso es lo que me gusta, y eso es a lo que, ahora de verdad, me quiero dedicar.

Además, yo no estoy hecha para ser arqueóloga, me gusta viajar, pero me gusta viajar con  mi gente, no quiero tener que depender de estar de un lado para otro para poder ganarme la vida. Supongo que estando como están las cosas es demasiado suponer, pero al menos ahora tengo (y esta vez creo que de forma definitiva) claro como quiero que sea mi futuro, espero no equivocarme otra vez, pero ahora estoy casi segura de que quiero que sea asi.

También tengo que decir, que el que no me quiera dedicar a la arquelogía como tal, no implica que quiera dejarla completamente de lado, es un mundo que me sigue encantando, aunque no esté hecho para mi (o yo para el xD) probablemente si puedo seguiré participando en alguna que otra excavación.

Y sin más, me despido, llevaba tiempo sin actualizar, y con todo este tiempo de pensar me apeticía escribirlo, para desahogarme, aunque casi toda la gente que me importa ya lo sabe, digamos que es una cuestión personal, al escribirlo más para ti que para otros (al fin y al cabo estoy segura de que nadie leerá esto) es otra forma de repensarlo, y de estar segura de lo que quiero.

©  Eärlindë Feviga
2010, Salamanca