domingo, 18 de diciembre de 2011

Simplemente, feliz

La gente suele decir que cuando estés feliz lo grites a los cuatro vientos, lo manifiestes a todo el mundo y así poder contagiarles un poco de tu felicidad, pero yo generalmente me conformo con decir que estoy bien, tiendo a la felicidad, cualquier persona que me conozca lo sabe, lo he hecho siempre, desde que tengo uso de razón, es posible que como método de defensa mi mente solo asimilaba las cosas buenas, podía estar fatal, que solo me hacía falta ver a mi gente para volver a estar con una sonrisa en la cara. Pero pocas veces diré que estoy féliz, o que soy féliz, y cuando lo digo son por cosas muy puntuales, cuando mi verdadera felicidad no reside ahí. Ahora es mi turno para manifestar mi felicidad a todo el mundo.

Hoy, como tantos otros días estoy feliz, una felicidad que lleva conmigo más de dos años, desde que te cruzaste en mi camino y, desde ese momento no nos hemos separado. Como cada día que te veo, ayer fui más feliz que nunca, aunque sé que por momentos no lo parecía y que últimamente estoy más boba que de costumbre por culpa del estrés, solo con sentirte cerca de mi abrazándome y mimándome es lo suficiente para que sea la mujer más feliz de este mundo.

Porque digas lo que digas eres perfecto, y consigues que cada segundo contigo sea perfecto. Es posible que en este mes y pico que me queda para terminar los examenes (a falta de parciales ¬¬) esté más boba de lo normal, pero sé que te tengo a ti, dispuesto a abrazarme cuando más lo necesite, dispuesto a mimarme y cuidarme como hiciste ayer. Y si estás lejos y no puedo abrazarte, siempre tengo a Bau, y que me cuide él por ti^^

Gracias por hacerme ser la mujer más feliz del mundo.
Te amo.

4 comentarios:

  1. Eres una exagerda xD. Pero me alegro mucho de que seas feliz.

    Te amo mas que a nada

    ResponderEliminar
  2. No soy una exagerada >.< Y contigo siempre, deberías saberlo^^

    Te amo muchísimo^^

    ResponderEliminar
  3. Pero que adorables sois!

    Y viva super bau!

    ResponderEliminar

©  Eärlindë Feviga
2010, Salamanca